lunes, 26 de septiembre de 2011

Ejercicio 3

Como cada año estaba haciendo las maletas para viajar a Alemania. Me encantaba pasar el verano allí con mis amigos y también me encantaba viajar sola, sin mis padres. Cuando llegamos al aeropuerto tenía que darme prisa ya que había llegado media ora tarde. Así que me despedí de mis padres mi me fui hacía el control. Teníamos retraso unos 40 minutos así que decidí sentarme y leer mi revista. Ya había notado que había un hombre super feo que mirabas a todas la chicas de mi edad, pero sobre todo me miraba a mi y no sabía porque. Yo intentaba no devolverle la mirada para que parase de una vez, pero algo me hacía mirar todo el rato y así le llamó aún mas la atención. Fui al baño sin que el se diese cuenta pero cuando mire a mi alrededor el ya no estaba en su sitio así que decidí volver a mi asiento i aguantar hasta estar dentro del avión. Él se sentó a mi lado y me pregunto si ya había viajado alguna vez y porque no voy con mi padres. Yo disimuladamente cogí mi móvil y hice como si estuviera hablando con mi madre. Pero parece que el se dio cuanta de que solo lo estaba finjiendo y se puso rabioso. Me cojio el móvil y lo tiro al suelo. Toda la gente se giro para ver lo que pasaba. A mi no daba vergüenza sino miedo, mucho miedo. Vino el guardia y me pregunto si todo iba bien, yo con el miedo que tenia me quede callada i le dije que solo fue un accidente. Después de 10 minutos teníamos que entrar al avión y yo no podía esperar a que este sola. Lo malo fue que el hombre convenció a la mujer que en teoría se sentaba alado mio en el avión i consiguió sentarse alado mio antes de que yo me sentara. No quería quejarme así que me senté, me puse los auriculares a los oídos i puse la música al máximo volumen. Aunque era imposible oír cualquier ruido que estaba a mi alrededor sentí que el me estaba hablando. En un segundo me arrancó los auriculares de las orejas y me empezó a gritas. La azafata no tardo ni 2 segundos en venir y yo le pedí que me quería sentar en otro asiento. Ella me dijo que esperara 2 minutos para ver si había algún sitio libre. Tenía suerte y me cambio de sitio. Yo me había callado ya una vez pero ahora me quería quejar. Le dije a la azafata lo que paso y ella me dijo que iba a hablar con el señor. Al parecer él se había ido al baño para evitar toda esa discusión , pero lo raro es que al llegar a Alemania el había desaparecido del avión antes que llegásemos a tierra.

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